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Las dudas antes de la boda es un factor más común de lo que crees; semanas o días antes de la boda el estrés y los nervios pueden hacer que sientas que estás tomando una mala decisión o que la estás apresurando. La duda puede ser nuestro peor enemigo; nos hace ver cosas que no existen y sentir que lo imposible es posible.

Tranquilo, no eres una mala persona, te repito: las dudas antes de la boda son de lo más comunes. No te estoy tratando de consolar, ¿te identificas con alguna de las siguientes preguntas? Déjame ayudarte:

¿Es la indicada?

No necesitas pensarlo demasiado. Decidiste compartir tu vida con ella, y cuando tomaste esa decisión sabías que había un millón de razones para querer hacerlo, recuerda todo lo que ella es, y todo lo que son juntos. Imagina todo lo que les espera, y recuerda que sea bueno o malo, caminarás de la mano junto a alguien que te ama incondicionalmente.

(Haz click por acá para que recuerdes algunas de esas maravillosas cosas que sólo ella te da)

¿Va a cambiar la relación después de la boda?

Sí. El matrimonio es una nueva etapa en su relación, pero al contrario de lo que puedas pensar, casarse no es un arma contra el romanticismo, la diversión y los buenos ratos, si no todo lo contrario. Después de la boda, su relación sí cambiará; es un nuevo compromiso que los une aún más, tanto en las buenas como en las malas.

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¿Voy a poder con este nuevo ritmo de vida?

¿Te preocupa el ser buen proveedor, y saber administrar tu tiempo? Tranquilo, nadie ha inventado un manual para el esposo ideal. Sencillamente por que no lo hay. Todo buen matrimonio se consolida a base de prueba y error; pues sólo así aprendemos. Sólo da lo mejor de ti, y deja de estresarte antes de tiempo.

¿Estoy haciendo lo correcto?

¡Estás uniendo tu vida con la mujer de tus sueños! Claro que estás haciendo lo correcto.

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Si aún no puedes calmar tus nervios, cuenta hasta 10 y practica lo siguiente:

No tomes decisiones precipitadas

Puede ser algo de lo que sí te arrepientas. Si tus dudas se presentaron a unos días o semanas de la boda, son nervios, no dudas. Tranquilo.

Relájate, date un tiempo para ti

Sal con tus amigos, ve a un spa, tómate una botella de vino con tu padre o tu mejor amigo. Necesitas relajarte. Date un tiempo para ti, probablemente es lo que te haga falta.

Cuéntaselo a quien más confianza le tengas

Háblalo con tu hermano, con tu mejor amigo, con tu papá, o con quién te conozca mejor. Hablarlo curará tus nervios y te dará una perspectiva distinta. Quien te conozca, sabrá aconsejarte.

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No confundas los nervios con dudas

Está en ti saber sobrellevar este tipo de “mini-crisis”, recuerda todo lo bueno de tu relación y desconéctate un rato. Te servirá. Recuerda que nadie llega al pedestal sin atravesar algunos obstáculos.

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