No te obsesiones
Sé que es fácil decirlo cuando no eres la novia, pero esto es lo más importante: mantén los pies sobra la tierra, sé realista: Sí, es tu boda, pero hay vida después de ella. No pases demasiado tiempo (o todo) hablando de si ya te entregaron las invitaciones, de que no puedes decidir el banquete, de si ya tienes el color de las damas, etc etc. Sé que estás súper emocionada, pero relájate. Las novias que concentran toda su energía en el gran día, se vuelven unas bridezillas insoportables.
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Mantén bajo control tu lista de invitados
¿Recuerdas cómo la lista de Carrie aumentó de 75 personas a 200? ¡Error! Si ya tienes un presupuesto contemplado,y una lista inicial con las personas verdaderamente importantes, no dejes que las relaciones por compromiso hagan que esa lista aumente. Créeme, los únicos perjudicados son los novios.
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No olvides de que la boda es de dos
Claro esta que la boda siempre es nuestro sueño y algo que hemos deseado desde chiquitas, pero no olvides que para poderte casar necesitas de él, consúltalo en las decisiones más importantes, involúcralo y escucha su opinión, muchas veces te pueden dar una visión diferente de las cosas o ahorrarte otras.
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Mantenlo simple
Por más que la boda es el sueño de toda mujer, (la fiesta, el vestido, etc.) no dejes de recordar las cosas verdaderamente importantes, la promesa de amor que se hacen ustedes dos de compartir su vida juntos por el resto de su vida, lo demás viene sobrando.
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