Aceptémoslo: los tiempos han cambiado, y con ello, las tradiciones y las maneras de ver y vivir el mundo, y la noche de bodas, no es una excepción. Hay muchas veces que las costumbres que nuestras abuelitas y mamás nos comparten (y hasta imponen), hacen que idealicemos muchísimo cómo es que la mujer tiene que llegar a la noche de bodas, y esto no es sólo para las mujeres, también los hombres tienen todo un sermón construido alrededor de este día.
Pero no te agobies, acá te comparto algunos mitos y realidades sobre las más comunes expectativas de tu noche de bodas. Lee esto junto a tu pareja, verás qué bien les hace hablar de ello antes del gran día.
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Se celebra justo la noche de la boda
Comúnmente, al terminar la celebración, los novios partían y la gran noche de bodas tenía lugar. Pero ¡hey! Es bien sabido que las bodas en estos tiempos duran muchísimo más que antes, además que entre la ceremonia religiosa, la boda civil y la recepción, seguro ambos terminarán muertos. No se presionen, aquí sí aplica el dicho de abuelita: “hay más tiempo que vida”. Relájense y disfruten.
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Tienes que quedar embarazada?
¡Para nada! Esta es una idea que cada vez queda más desplazada. Y es que ahora, la planificación familiar es un evento mucho más acertado. Acaban de decidir compartir sus vidas: viajen, trabajen, ahorren, disfruten; verán que un hijo siempre es una bendición, pero no hay ninguna prisa.
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La “pureza” de la novia
Puede ser que tu pareja y tú hayan estado juntos antes de la boda, y no tiene nada de malo. Como dije: los tiempos han cambiado. La noche de bodas se caracteriza por ser una noche llena de amor, pasión, nervios, risas y alegría. No dejen que este viejo concepto los agobie. Disfruten uno del otro, celebren que su vida como esposos acaba de comenzar.
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