“El amor nace del deseo repentino de hacer eterno lo pasajero.”- Ramon Gomez de la Serna.
Para este 14 de febrero la idea más autentica es reconstruir un momento que signifique algo para ambos. Una escapada romántica no tiene que ser fuera de la ciudad o del país, puede ser ese lugar especial y significativo, dándole un toque espontaneo que hace ese día tan memorable. La receta secreta para el mejor San Valentín no es azúcar, ni chocolate, sino tiempo a solas, mirar al pasado donde están los mejores recuerdos y crear nuevos. Si estas escaso de ideas o planes para este día de San Valentín, descubre lo bien que puede saber disfrutar de las pequeñas cosas.
Una escapada romantica
Ir de regreso a esos lugares que ya son historia para ustedes dos, o conocer nuevos para continuar ese libro de experiencias:
- Al lugar donde se conocieron o su primera cita.
- Repetir su primer viaje juntos.
- Regresar a ese lugar de la propuesta de matrimonio.
- Un pueblo con cabañas en un ambiente cálido.
- Lugares nuevos como un parque de diversiones o paseo picnic en barco en un lago cercano.
Sesión de fotos espontánea
Es algo que debes hacer con tu pareja alguna vez en tu vida. No necesitan fotógrafos, solo sus celulares y algún filtro nostálgico; blanco y negro o que intensifique los colores.
Usen un photobooth en alguna plaza y usen sus poses más naturales, como si no existiera la cámara y nadie los estuviera mirando.
Perseguir el amanecer o la puesta de sol juntos
Siempre hay una oportunidad de ver la hora dorada juntos; caminando por la playa, en un road trip en México, en una laguna o en un alto balcón con una botella de tinto.
Hacer un playlist con las canciones de ustedes.
Esas canciones que se saben tan bien como para cantar a todo pulmón y esas que aunque sean muy malas, para ustedes significa un momento divertido o romántico, están obligadas para formar parte de un playlist de regalo.
Cine y teatro en casa.
Ver películas es algo cliché y típico en San Valentín, pero, ¿qué hay de verlas al aire libre en un autocinema? O mejor aún, en tu propio jardín, solo necesitas un proyector, un fondo blanco, cobijas y palomitas.