Un amor que cruza continentes. Una vez más, otra de las bodas de Lara Morato para Casaos Conmigo logro cautivarme con una profunda historia de amor al planear la boda de dos almas gemelas, logrando unir las vidas de dos culturas diferentes por siempre, se trata de Esther y Bruno, una Love Story acerca de un amor que cruza continentes .
Amor que cruza continentes, porque cruzar una frontera no es suficiente.
“Esther es española y Bruno argentino, y trabajaban en la misma empresa consultora pero en diferentes ciudades. El destino quiso que a los dos los expatriaran a Brasil y allí comenzó, entre proyecto y proyecto, su historia de amor.
Tras 4 años de relación Bruno se comprometió con Esther en Pipa, un lugar paradisíaco en el estado de Río Grande do Norte (Brasil). Llevó a Esther a los acantilados, desde donde se divisa la playa Do Amor (se llama así por su forma de corazón) y allí le entregó su anillo.
Para el día de la boda, tanto la ceremonia como la recepción tuvieron lugar en Aldea Santillana, que fue una antigua residencia aristocrática y hospicio de reyes y marqueses, formada por tres conjuntos históricos: el Castillo de Mirabel, el Palacio de Santillana y la Capellanía de Mendoza. Un lugar emblemático lleno de historias y leyendas.
La ceremonia se organizó en el jardín con vistas al embalse de Mangirón, mientras que la recepción, por la noche, tuvo lugar en la Capellanía de Mendoza, un espacio abovedado y señorial que no dejó a nadie indiferente.
Dentro de un estilismo vintage y dentro de una gama de rosa cuarzo, marfil, blancos y verdes, claramente no se dejo de ver presente la flor preferida de Esther, las peonías, en conjunto con elementos como pompones de seda, señalética de madera caligrafiada a mano y pompas de jabón en lugar de arroz. 
Uno de los elementos más emblemáticos de la boda fue el carruaje del S. XII que llevó a Esther hasta la ceremonia, con cuatro caballos blancos de pura raza española guiados por un lacayo. Esther pudo vivir ese «momento-princesa» con el que todas hemos soñado alguna vez… Y tampoco faltaron nuestras ya características letras corpóreas con sus iniciales.
Canción del primer baile: “Por Una Cabeza”, tango de Carlos Gardel. Esta canción fue elección del novio, una fusión perfecta entre el amor y la pasión que siente por Esther y un pequeño homenaje que quiso brindar a sus invitados argentinos en agradecimiento por venir de tan lejos a compartir con ellos ese día tan especial.
Lo mas cool de la boda: ¡La ceremonia! Esther es católica y Bruno judío y tuvimos que armar una ceremonia híbrida. Me encantó el momento del quiebre de copa (el hermano de Bruno le entregó una copa envuelta en un pañuelo de lino, y éste la depositó en el suelo y la quebró con el pie, a continuación toda la familia del novio gritó: Mazel Tov!… ¡Fue muy emotivo!!)”
» Un amor que cruza continentes «. Escrito por Lara Morato.
Fotografías por Sergio de La Boda de Lola.
