Estamos ya a cuatro días desde que los ahora esposos Príncipes Harry y Meghan se dieron el sí frente a millones de personas que llevaban meses ansiosos por ser testigos del tan esperado enlace. Sin embargo, hubo un punto que ha generado gran discordia y muchas discusiones en redes sociales. Se trata del vestido de la novia, el cual ha sido calificado en redes sociales como «soso», demasiado «simple» y sobre todo «con la talla incorrecta». Si bien también hay críticas positivas que aseguran que la actriz estadounidense lució elegante y atemporal, uno de los principales focos de atención fueron las arrugas que se formaron al salir de la iglesia, lo cual muchos aseguran que se trata de un tallaje desafortunado.

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Hemos estado investigando un poco más acerca del tema, pues definitivamente una casa como Givenchy no se puede dar el lujo de equivocarse en semejante evento, pues lógicamente sabían que el mundo de la moda tendría los ojos puestos sobre el más mínimo detalle de la pieza. La realidad, es que diversos medios de comunicación y expertos en moda difieren en cuanto a sus puntos de vista. A continuación algunas de las declaraciones más importantes:

De acuerdo a un artículo online de la revista Elle México, en el cual entrevistaron a profesionales de la industria: «el tipo de escote que tiene el vestido, no se puede entallar demasiado en la parte del torso o se harían pliegues en la parte superior a la altura de los hombros. Es probable que el vestido lleve una prenda interior para ajustar al pecho. Givenchy es reconocido por sus fits impecables por lo que difícilmente se trata de un error.»

El portal de moda Trendencias asegura en uno de sus artículos que: «El vestido le queda un pelín grande, suponemos que como casi todas las novias ha adelgazado con los nervios en los días previos al enlace». 

Aunque Katy Perry no es considerada exactamente una «experta» en el tema de la moda. También dio su opinión al respecto de la talla del vestido de Meghan. Ella aseguró lo siguiente para Entertainment Tonight: «Yo habría hecho un último ajuste». 

La revista Harper’s Bazaar también se manifestó al respecto. Y de acuerdo a un artículo publicado hace algunas horas: «la tela, junto con la organza de triple seda era demasiado gruesa y no se estira fácilmente. Si el corte hubiera estado demasiado ajustado –como muchos sugieres–, probablemente Meghan ni siquiera habría sido capaz de sentarse en el coche».