Casarse con alguien que nació y creció en un país diferente es una de las cosas más especiales que le pueden ocurrir a alguien. Conocer una cultura diferente a la tuya y mezclar lo mejor de cada una es algo que vivirás todos los días y que por supuesto se verá reflejado en su boda. Sin embargo, es imprescindible que después de recibir el anillo, comiences a tomar en cuenta una serie de aspectos que posiblemente se convertirán en un obstáculo pero que al final es casi seguro que tendrán solución. Si estás comprometida con un extranjero, pon mucha atención a las siete cosas que podrían ocurrirte:

Tardarán meses en decidir el lugar

Siempre es complicado elegir cuál será el espacio perfecto para llevar a cabo un evento tan importante. Sin embargo, cuando la familia del novio es de un país diferente que la de la novia, se multiplicarán por dos todas las decisiones. ¿Qué familia tiene más posibilidades de viajar? ¿En qué parte del mundo podrían tener una boda más especial? ¿Qué es lo más práctico? Estas y otras preguntas surgirán cada vez que aborden el tema y seguramente les darán mil vueltas antes de optar por algo.

Su boda será una mezcla cultural

Quizá en las bodas actuales ya no se implementan tradiciones como llevar un grupo de mariachi o –en el caso de bodas extranjeras– celebrar algún ritual especial. Cuando te casas con un extranjero, tanto tú como tu pareja desearán mostrar las costumbres de cada uno a los invitados que vienen de otro país, por lo que seguramente el evento contará con la mayor intervención de tradiciones posibles o incluso se llevará a cabo en un lugar con gran historia, muy diferente a cualquier cosa antes vista.

Fotos: Junebug Weddings

Constantemente les pedirán que hagan dos bodas

Por mucho que intenten explicar que no tienen tiempo de organizar dos ceremonias o que les resulta muy complicado llevar a cabo dos bodas, la gente insistirá en que es necesario para que todos puedan asistir. Si al final optan por celebrar una ceremonia en cada país, entonces lo ideal será que una de ellas sea más sencilla para evitar invertir trabajo, tiempo y dinero doble.

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Habrá cosas que no entenderán

Quizá para países latinoamericanos, la tradición de lanzar el ramo y la liga es muy común. Pero países europeos o norteamericanos podrían no llegar a entender realmente de lo que trata la situación cuando de pronto el novio mete la mano bajo el vestido de su nueva esposa. Lo mismo pasa con aspectos como la ceremonia en la iglesia, los padrinos, el traje y/o vestido de la novia, la comida y muchas cosas más. Por ello es necesario explicarle un poco a los invitados las tradiciones básicas e intentar incorporar algo de ambas culturas en la fiesta y ceremonia. Al final será más divertido que nada.

Foto: Easy Weddings

Foto: alchemyfineevents.com

Preguntas por doquier

Prepárense para constantemente responder preguntas como: ¿En dónde van a vivir? ¿Cuándo debo comprar mi boleto? ¿En dónde podremos hospedarnos? ¿Por qué decidieron hacerla allá/aquí? ¿Estarán casados en ambos países o solo en uno? Por favor.

Foto: Operacollective

La mesa de regalos será una dificultad

Aunque lleven a cabo una boda en el país en donde viven, probablemente tendrán que terminar abriendo una cuenta bancaria para los invitados extranjeros que definitivamente no podrán volar con regalos. Esto puede complicar las cosas pues a muchas parejas no les gusta la idea de pedir dinero en lugar de objetos, sin embargo, existen opciones sutiles para resolverlo. Click aquí para algunas ideas.

Foto: The Knot 

No se librarán del papeleo

Puede pasarles que en un país se requieran documentos que en otro quizá ni siquiera existen. Por ello, es extremadamente importante que comiencen a planear la boda con más anticipación de lo normal. Algunos trámites podrían tardar meses entre el envío y muchos otros factores. El tiempo lo es todo cuando te casas con un extranjero.

Foto: Serendipity