Planear una boda no es tarea fácil, pues cada detalle cuenta y el tiempo, la dedicación, el seguimiento y la atención a cada aspecto juega un papel fundamental para lograr llevar a cabo el evento de tu vida. Si deseas tener éxito en esta tarea, hace falta más que solo desearlo, pues es necesario poner manos a la obra y más que preocuparte, ocuparte. Para evitar que las cosas salgan mal, es necesario enfocar tu atención a no cometer los diez peores errores al planear una boda que pueden existir. Pon mucha atención a cuáles son y cómo solucionarlos:

Enviar tus invitaciones a último momento

Siempre es necesario enviar las invitaciones con un mínimo de tres meses de anticipación antes de la boda, especialmente si tu evento se llevará a cabo en un puente o si será una boda destino. Es imprescindible avisar con tiempo a tus invitados para que puedan planear el viaje, hacer sus reservaciones en el hotel y de ser necesario comprar los boletos de avión. No esperes que todos te confirmen con anticipación, pues esto jamás pasará. Por mucho que persigas a tus invitados habrá cancelaciones y confirmaciones de último momento, por lo que deberás tomar esto en cuenta antes de estresarte.

Foto: A3 Identidad Gráfica Invitaciones

No contar a los que no toman alcohol

A pesar de que mucha gente no toma, nunca se sabe si van a aceptar una copa para brindar o incluso si se animarán a comenzar la fiesta igual que los demás. Por ello, siempre es importante medir la cantidad de alcohol de acuerdo al número de invitados y a factores como sexo, edad –a menos que sean menores de edad– o abstinencia. Nunca sabes las sorpresas que te puedes llevar.

Foto: Pinterest/ BELINABRIDESMAID

Foto: Pinterest/ Style Me Pretty

TAMBIÉN LEE: ¿CÓMO CALCULAR LA CANTIDAD EXACTA DE ALCOHOL PARA UNA BODA?

Dejar esperando demasiado a los invitados

Sabemos que después de la ceremonia y antes de la recepción es el momento en el que la mayoría de los novios aprovechan para llevar a cabo su sesión fotográfica e incluso la boda civil, sin embargo, si alargas esto demasiado, tu invitados podrían comenzar a sentir hambre o incluso llenarse de bocadillos al punto de no disfrutar la comida. No se presionen por los tiempos, pero tampoco los tomen a la ligera.

Fotos: Valeria Bross Photography

Invitar a alguien a tu despedida de soltera o a la pedida de mano pero no a la boda 

Es de pésimo gusto y no hay escapatoria. Avisarle a alguna amiga lejana que quieres que te acompañe a tu pedida de mano o a tu despedida y no darle invitación para que asista al gran día es algo que jamás será bien visto ni valorado. Si no tienes espacio en la boda, mejor no te comprometas de esta forma.

Foto: Chris Andre/ brit.co

Foto: Bethany Small Photography via SMP

Invitar a más personas de las que puedes 

Sabemos que en ocasiones el presupuesto es limitado, y no hay problema con eso. Sin embargo, es necesario que tú y tu pareja sean sinceros consigo mismos y descarten el número necesario de invitados. Recuerda que siempre hay un porcentaje importante de cancelaciones, pero no se confíen pues el precio de la boda podría subir significativamente al final.

Foto: jessicapainter.com

No tomarte un tiempo para hacer rondas

Además de ser la novia, eres la protagonista. Por ello es importante que te tomes unos minutos para ir a hablar con todas las mesas y los invitados que se preocuparon por acompañarte en ese gran día. Todos querrán felicitarlos tu pareja y a ti, así que lo mínimo que puedes hacer es darles las gracias por haber ido.

Foto: © DR/ the-ceremonie.com

Prohibir rotundamente los acompañantes/ niños

¿Cómo te sentirías si te dijeran que estás invitada a un lugar pero que no puedes llevar a tu pareja? Seguramente no te agradará la idea. Aunque en ocasiones la economía no te podrá permitir invitar a todos los seres queridos de tus acompañantes, lo mejor será que de ser necesario se los expliques en persona y no lo prohibas de primera instancia en las invitaciones. Dales la oportunidad de ir acompañados y si las cosas se complican, explícales la situación.

Foto: Pinterest/ GigMasters

 

Esperar que todo salga perfecto 

En casi todas las bodas habrá algo que puede salir ligeramente diferente al plan original. Si te enfocas a supervisar que todo salga de acuerdo a lo pensado, entonces harás todo menos disfrutar del momento. Es tu día y debes estar alegre, feliz y enamorada. La boda la construyen los novios y a nadie le gusta ver como la pareja discute por cosas que se salen de sus manos.

Fotos: Created by Stock-world-on – Freepik.com

Invitar gente de último minuto para «rellenar»

Si de pronto notas que algunas mesas están un poco vacías o que más invitados de la cuenta han cancelado, por ningún motivo comiences a invitar gente de último minuto para «rellenar». Esto solo dejará ver que estás desesperada por forzar una gran boda y que son tu «plato de segunda mesa», por lo que si el plan original no era invitar a ciertas personas, no lo cambies.

Foto: love4wed.com

No darle de comer a tus proveedores

Los responsables de hacer ese momento mágico son también tus proveedores de servicios y alimentos. Por ello, no hay como agradecerles su tiempo con un buen plato de comida que los ayude a pasar las horas con energía y alegría. Recuerda que como todos nosotros, ellos tienen que comer y disfrutar.

Foto: Bliss Wedding Shows

Foto: NYC Wedding Blog