“Crear es aventurarse a no tener límites”
Cada nuevo proyecto es una propuesta nunca antes vista en el ojo artístico de Mauricio Rivera, que se encarga de fusionar arquitectura y organización de eventos, cuidando el más pequeño detalle en una boda y convirtiendo lo irreal en tangible. Conoce a Mauricio Rivera Kirschner y su empresa Lifestyle Management
De la arquitectura a la planeación de bodas
Mauricio se encontró con su pasión por las bodas solo unos años después de iniciar su empresa de arquitectura en 2007 y al poco tiempo de incorporar el diseño de interiores con un taller donde maquilaban muebles de diseño, creando así “Lifestyle Management”, empresa dedicada a la organización de eventos. “Cuando le dieron el anillo a mi hermana yo le organicé la boda y cuando llegué de la misa y vi lo que habíamos hecho, me di cuenta que me tenía que dedicar a esto. La siguiente semana vendí más de 10 fechas y así arrancamos”.
Con su gran dedicación en todas las caras de una boda, Mauricio se inclina por la calidad muy por encima de la cantidad “Solo coordinamos un evento por día es muy importante para nosotros estar con la novia, acompañarla en todo el proceso y estar con ella el día del evento”, por otro lado, organiza 18 bodas al mismo tiempo, cuidando nunca coincidir con una el mismo día.
Además de dedicarse al 100% en una boda, la empresa apoya todas las ideas de la novia, pues teniendo un taller lleno de diseñadores, Mauricio adapta desde el mobiliario hasta la más pequeña flor al gusto y estilo de los novios, “Los proyectos los trabajamos un poco como taller de arquitectura; hacemos mesas redondas donde todos los involucrados en el proyecto le metemos mano, lluvias de ideas se involucran, floristas, los y las arquitectas que trabajan en el despacho, los novios sus familias etc”.
No hay retos para este wedding planner, entre sus proyectos puedes ver desde hermosas gaviotas volando en parvada sobre la pista de baile hasta un surreal jardín colgando del techo, “todas las personas que trabajan conmigo son arquitectos o diseñadores, incluso los freelands que coordinan solo el día del evento, por lo tanto hay mucho ojo artístico y cuidan muchísimo la estética y los detalles”.
Mauricio y su empresa cada día crean más expectativa, pues ni el cielo es el límite para llevar un sinfín de ideas de la mente de este creador y su equipo a la realidad, “La mejor parte es cuando le pido ya a toda la gente con quien trabajo en el montaje (y son aproximadamente 300 personas) que desalojen el área y me dejen solo con la gente del taller. Me ponen música cool y me quedo ahí tomando fotos con mi equipo, son mis 15 minutos en que disfruto el evento solo yo con los que lo diseñamos”.
