Chicas casaderas que planean su boda, feliz me siento de estar compartiendo una columna aquí con ustedes. La invitación surgió por la participación que tengo con una columna quincenal en Gente Bien, donde se me permite abordar temas de mi elección y que aterrizo pensando siempre en gente mayor que ustedes. En realidad cuando me invitaron a escribir aquí, dudé en qué tema podría yo abordar para no aburrirlas y dejarles algo productivo y beneficioso en sus vidas de esposas futuras. No tengo hijas, así es que imaginaré que ustedes lo son.

Permítanme antes, presentarme como la autora del libro Príncipes multicolores y ninguno Azul, libro del cual, en este mismo sitio pueden leer la entrevista que me hicieron al respecto. https://laplanner.mx/informacion-general/principes-multicolores/

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Podrán ahí darse cuenta que soy mayor de cuarenta, que no creo en el Príncipe Azul, y que soy divorciada. ¿Qué tiene que decirnos a nosotras sobre el matrimonio, una mujer divorciada? Quizás piensen que es como el caso de la paciente pasada de peso que visita a una nutrióloga, y esta le sale gorda. Bueno, pues esperemos que lo que tengo que decirles por aquí, le suene bien a más de una de ustedes y que no me cancelen la invitación a escribirles unas líneas mensualmente.

Para esta primera columna, tocaré un aspecto de los hombres que llenan nuestras vidas y que las marcan día a día de diferentes maneras. De seguro han leído sobre lo que es un caballero, y quizás sean afortunadas de tener uno cerca. Un caballero es, según la acepción más estricta de la palabra, una persona que monta a caballo. Pero a lo que me referiré aquí es a las cualidades y actitudes que hacen que a un hombre le llamemos caballero hoy en día. Un caballero es aquel hombre de cualquier clase social o condición, que se comporta de manera cortés. El hombre que solo es caballeroso con la chica que corteja, es un caballero pirata, un farsante.

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Las mujeres de todas las edades deberían aprecian a un hombre que intenta actuar con cortesía, especialmente hacia ella y sus seres queridos. Ser un caballero no requiere horas de clases de etiqueta o escenarios de rol, sino más bien poseer una sensibilidad propia y elevarte a un nivel superior con su trato. Un caballero abrirá puertas, retirará sillas y cargará cosas, no porque vea a la mujer débil o incapaz de hacerlo, pero porque quiere demostrar que ella es valorada y merecedora de respeto.

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¿Por qué este tema? Tengo un grupo de muchachos, amigos de mi hijo, que vienen a casa de vez en cuando a pedirme consejo. En esta ocasión comparto la pregunta que me hizo uno de mis hijos la otra tarde, y he ahí la razón.

−Mamá, ¿cómo se le hace para que una niña te deje abrirle la puerta del auto? Mi novia se enoja cuando lo hago. Dice que ella puede sola.

¿Te suena esto familiar?

Quiero hacer una pequeña comparación con el cruce de palabras que tuve con un amigo, en una ocasión. Él manejaba, llegamos al domicilio en cuestión. Estacionó el auto muy pegado a la acera. Él pregunta:

−¿La puerta abre ahí?

−Sí, pero solo por ti.−respondí sonriente.

¿Por qué, mujercitas divinas, se empeñan en terminar de extinguir a los caballeros que quedan en el mundo? ¿Por qué echar a perder el trabajo de una madre cuando hoy por hoy, intenta educar a un varón en toda la extensión de la palabra, y que muy probablemente ustedes sean las ganadoras de dicha educación? Déjense querer, déjense tratar bien, ustedes lo merecen y a ellos, no les cuesta mucho.

Recuerdo algo que una amiga muy querida me contó en tono triste. Ella es muy bonita y constantemente recibe piropos por su lindo rostro. Su marido la chuleaba diariamente y dejó de hacerlo:

−Por error un día le dije a mi marido que ya estaba harta de que todo mundo me dijera lo bonita que estoy. Han pasado más de quince años de eso y nunca más me volvió a decir NADA, referente a mi aspecto. Me arrepiento de haber abierto la boca.

Si le quitas una buena costumbre a tu hombre, cuando la quieras de vuelta, no regresa jamás.

¿Eres LaPlanner de tu boda? ¿Qué te parece si inviertes un poco más de esfuerzo, y te conviertes en La Planner de una vida?

Por: Mónica Oceguera