Una vez que ha pasado la boda, la luna de miel y el furor de los primeros meses de casados, lo más probable es que tus conocidos y familia comiencen a preguntar con frecuencia cuándo planean convertirse en padres. Cuando esto sucede, puede que comiencen a sentirse presionados o incluso a contemplarlo al ver que su círculo social ya ha incursionado en el mundo de los pañales y los biberones. En estos casos lo más importante es tomar un respiro y considerar si en realidad deseas ampliar la familia en ese momento. Para descubrir si es necesario esperar un poco, a continuación te compartimos las siete señales principales de que aún no es tiempo de convertirse en papás:

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No son estables económicamente

Aunque es cierto que nunca se está completamente preparado para ser padre y que si piensas más en los contras que en los pros de tener un bebé, probablemente jamás darás el paso, también es verdad que uno de los puntos principales a cumplir para decidir tener un bebé es tener la solvencia económica para cubrir gastos no solo de pañales y juguetes, sino de escuelas, doctores, ropa e incluso escuelas. Recuerda que un hijo es un gasto de por vida, por lo que si van al día con el dinero, quizá es mejor esperar.

Tienen muchos objetivos por cumplir

No estamos diciendo que con un hijo no puedan alcanzar sus metas, sin embargo, después de tener un bebé la vida cambia completamente al tener una persona que depende de ti completamente en tus manos. Lejos de pensar únicamente en ustedes deberán pensar primero en el bien del bebé, lo que complica muchas tareas, responsabilidades y objetivos. Siempre se puede, pero es importante meditar antes de dar un paso precipitado antes de tiempo.

Desean llevar a cabo muchos viajes

A nadie le gusta dejar a su bebé con otra persona para salir durante semanas de viaje. Esto solo provocará que no puedan disfrutar al 100% y que constantemente estén preocupados por lo que le ocurre al pequeño. Una vez que tienes un hijo pasarán años antes de que puedan desaparecerse de la vida cotidiana por un largo periodo, a menos –claro está– de que lo lleven con ustedes.

Su trabajo es demasiado demandante

Antes de pensar en ser padre, lo mejor que puedes hacer es pensar si el trabajo de ambos les permite pasar tiempo de calidad con el nuevo miembro de la familia. La idea de una familia no es dejar al bebé todo el día en la guardería para simplemente darle un par de abrazos por la noche. Si por lo menos uno de los dos no tiene el tiempo suficiente para cuidarlo, es mejor esperar.

Lo han contemplado por presión más que por gusto propio

La señal de alerta más importante de que aún no deben convertirse en papás, es que cuando lo piensan es derivado de la presión de algún familiar o por haber convivido demasiado con parejas que tienen bebés o niños pequeños. Cada quien tiene sus tiempos y si aún no te sientes seguro de que sea el momento, seguramente en unos años tendrás la oportunidad de disfrutar de la maternidad o paternidad.

Foto de portada: Drew Hays en Unsplash