¿Qué implica y cómo decidir si casarse por bienes separados o mancomunados?

El matrimonio involucra una interminable ola de decisiones entre las que destacan ejemplos como: ¿haremos el civil el mismo día de la boda religiosa?, ¿cuándo y en dónde es mejor llevar a cabo la ceremonia?, ¿quiénes serán los padrinos? y por supuesto ¿nos casaremos por bienes separados o mancomunados?

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Cuando estás enamorado es complicado tomar esta decisión, pues si bien su fin es permanecer juntos para toda la vida, siempre habrá que contemplar que sucedería a nivel legal si por alguna circunstancia ambos deciden separarse. La opción de casarse por bienes mancomunados o separados siempre debe ser mutua y debe hablarse con calma para evitar malos entendidos e incluso discusiones.

Foto: Salones de Eventos Figlos

Pero, ¿qué pasa en cada caso? ¿qué es lo que implica? A continuación te compartimos los detalles de cada régimen para que juntos decidan lo que mejor les convenga:

Matrimonio por bienes separados

Al casarse por este medio, cualquier adquisición material que se haga antes y después del matrimonio pertenece en su totalidad a quien la realizó. Esto involucra compra, venta o incluso deudas que se asumen de forma completamente individual y sin involucrar al cónyuge.

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No obstante, dependiendo de la situación y condiciones de compra, el bien puede ser dividido entre las dos personas si así se establece al momento del cierre de la acción. Esta opción es ideal para ahorrarse largos trámites y problemas en caso de divorcio.

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Matrimonio por bienes mancomunados

Anteriormente, este régimen era el más popular. Sin embargo, a partir de que la mujer comenzó a independizarse y a salir de la casa para trabajar, ha perdido popularidad. Al casarte por este medio, adoptas también cualquier deuda, inmueble o bienes materiales adquiridos durante el matrimonio, sin importar a nombre de quien esté la propiedad. De haber alguna cantidad por pagar, será la obligación de ambas partes de la pareja liquidarla en su totalidad. En este caso, ABSOLUTAMENTE TODO bien y pertenencia se deberá dividir por la mitad en caso de divorcio.